Conzoca a Mouhamed.

 

País | Senegal

Edad | 11

Cirugía | Maxilofacial

Conzoca a Mouhamed.

País | Senegal

Edad | 11

Cirugía | Maxilofacial

La comunidad en Senegal que Mouhamed y su familia llaman hogar ni siquiera aparece en el mapa. Para llegar allí, hay que seguir un camino de tierra roja por varios kilómetros, antes de caminar por la pradera abierta. La gente de esta comunidad se ayuda mutuamente, compartiendo comida e historias, al igual que las alegrías y tristezas de los demás.

Cuando Mouhamed tenía 9 años, un tumor apareció en su boca. A medida que crecía, Mouhamed parecía encogerse. El tumor desfiguró la cara de Mouhamed y le quitó la capacidad de hablar correctamente, resultando en que apenas pudiera hablar. Ensombrecido por el dolor y la vergüenza de su aflicción, se replegó en sí mismo.

La familia de Mouhamed buscó durante dos años una cura, pero cuando apareció un segundo tumor parecía que el niño nunca se sanaría. “Ver a mi hijo sufriendo cuando no había nada que pudiera hacer para ayudarlo… estaba desesperado”, recordó Mactar con lágrimas en los ojos. “Continuamos esperando y confiando en que un día podamos encontrar una solución para sanar a Mouhamed”.

Esta solución llegó un día cuando una transmisión de radio anunció la llegada del Africa Mercy a Senegal. “Cuando escuché por primera vez acerca de Mercy Ships, sentí un nuevo aliento de esperanza”, dijo Mactar.

Aunque el viaje desde su pueblo al Puerto de Dakar sería largo, valdría la pena. Después de los procesos de registro y selección, a Mouhamed se le dio una fecha de cirugía, convirtiendo su esperanza de ser sanado en una realidad.

“Sin duda, fui el padre más feliz de la tierra”, dijo Mactar. “Soy un hombre mayor, es verdad, pero si hubiera música, habría bailado, estaba tan feliz”.

Gracias a usted, después de su cirugía, Mouhamed era un niño diferente.

A medida que se recuperaba, su espíritu comenzó a florecer.  Más que una recuperación física, fue una completa transformación de su espíritu. El tumor que lo había estado reteniendo había desaparecido, y finalmente fue liberado. Libre para ser un niño de 11 años sin preocupaciones y ser amado y correspondido.

Antes de la operación, Mouhamed se esforzaba por hacer contacto visual y sólo respondía con gestos. Después de la operación, la alegre voz de Mouhamed se escuchaba en toda la sala cuando saludaba una cara familiar. Hizo contacto visual, pero aún más que eso, no tuvo miedo de expresar su afecto.

“Espero que aquellos que nunca han conocido a Mouhamed nunca se den cuenta de que algo estuvo mal con él”, dijo su padre.