Ana plegaria contestada
Los doctores locales ofrecieron ayudar a Jocelin, pero el costo de la cirugía era demasiado cara para los ingresos de Jean Paul. Amaba entrañable a su hijo, pero era un simple campesino con 14 hijos. Se sentía desesperado por no poder ayudar a su hijo. Entonces, un día Jean Paul encontró a un hombre que acababa de regresar de un barco lleno de extranjeros que le habían curado un tumor en su cara de manera gratuita.
Jean Paul vio a este barco como el milagro que él había pedido — finalmente, su hijo estaría libre de miedo y de vergüenza.
Curado por la bondad de extraños
Jean Paul trajo a Jocelin a nuestro barco y le dijeron que su hijo recibiría cirugía sin costo alguno. Jean Paul se sintió feliz y nos dijo que nunca había visto a médicos tan amables, equipos tan avanzados y a tantos extraños que mostraban amor en cada oportunidad.
El día de la cirugía, Jocelin se encariño con la tripulación de inmediato. Esperó pacientemente su turno en la sala de operación y en cuestión de horas fue liberado del tumor que lo había aislado durante los últimos 18 meses de su joven vida.
Finalmente libre de miedo
Jean Paul no podía creer sus ojos cuando las enfermeras voluntarias trajeron a Jocelin después de la cirugía: ¡el tumor de su hijo había desaparecido por completo! De inmediato, el temor paralizante que se había apoderado de padre e hijo desapareció, y se alegraron.
“No teníamos esperanza”, nos dijo Jean Paul. “Ustedes nos dieron esperanza. Estoy tan feliz por este resultado. Gracias y bendiciones para su futuro viaje”.