Cuando Mafoudiya nació, su madre, Mabinty, no pudo disfrutar plenamente de los ojos brillantes o la dulce sonrisa de su niña recién nacida porque la preocupación la consumía. Su hija nació con un labio leporino y en su aldea no había acceso a la ayuda médica que necesitaban para reparar su sonrisa.
A medida que Mafoudiya crecía, otros niños se burlaban de ella, incluso llamándola un demonio debido a su labio leporino. Esto le rompía el corazón a su madre, pero sin acceso a la cirugía, Mabinty no tenía más remedio que tener esperanza y orar por un milagro.
Cuando se enteró que había un buque hospital navegando hacia la capital de Guinea, supo que esta era su única oportunidad de encontrar ayuda para su hija. Después de un largo viaje desde su aldea a la ciudad, madre e hija esperaron a que un equipo de profesionales médicos de Mercy Ships las atendiera.
Pero debido a las largas filas y horas de espera tenían que regresar día tras día, con la esperanza de ser atendidas. Cuando un enfermero de Mercy Ships se percató de la pequeña Mafoudiya parada junto a su madre, inmediatamente las llevó adentro para que las atendiera un equipo de diagnóstico. Ahora, lo que parecía imposible apenas unas horas antes se convirtió en una realidad, ¡y a Mafoudiya le dieron la fecha de la cirugía!
Después de que los cirujanos voluntarios repararon su labio leporino, la radiante sonrisa de Mafoudiya brillaba aún más que antes, y Mabinty estaba rebosante de alegría de que su pequeña estuviera finalmente sanada.
De regreso a casa en su aldea y con su familia, Mafoudiya y su madre están muy agradecidas por el milagro que recibieron.
“Esperé por esto durante mucho tiempo”, dice Mabinty. “Estoy sumamente agradecida… y muy feliz”.