Quedándose sin esperanza
Cuando ella tenía 14 años, Julienne casi había renunciado a conseguir la cirugía para reparar sus piernas dolorosamente torcidas. Extremadamente inteligente y con ganas de enseñar, pasaba las tardes enseñando a los niños pequeños. Pero se burlaban y se reían de ella cada vez que caminaba lentamente hacia la pizarra.
Cada paso lastimaba, tanto sus piernas como sus sentimientos.
Entonces, Julienne y su madre se enteraron de que Mercy Ships venía. Se enteraron de la cirugía gratuita que podría transformar sus extremidades retorcidas y reparar su corazón roto. Cuando Julienne recibió una cita para la cirugía, parecía demasiado bueno para ser verdad. “Deseaba poder decirle a la gente, pero lo mantuve en silencio porque no quería que la gente se riera de mí si no funcionaba”, dijo Julienne.
Pronto estuvieron a bordo del Africa Mercy y Julienne fue operada.
Una verdadera luchadora
Siguieron meses de sanación y fisioterapia. Muchos días fueron desafiantes, pero Julienne encontró la fuerza para dar cada paso doloroso.
Con el tiempo, ella se fortaleció física y emocionalmente. Julienne conoció a otros con su misma condición, se hizo amiga de niñas de su edad y, eventualmente, incluso se sintió lo suficientemente segura como para bailar en las fiestas.
El don de la misericordia
Ahora, gracias a amigos como usted, Julienne tiene piernas fuertes y rectas.
Puede terminar la escuela, convertirse en maestra, tener su propia familia y vivir la vida plena que siempre soñó.
“Estoy muy feliz de que Dios haya enviado a Mercy Ships”, dijo Julienne. “Me demuestra que Dios tiene un amor especial por mí; me hubiera quedado así por el resto de mi vida sin Mercy Ships”.